En los pasados días el Gigante de internet Google presentó un proyecto en la cual los “usuarios” o “internautas” pueden realizar preguntas utilizando lenguaje natural y el sistema utilizando una base de datos que por el momento accede 100,000 libros para contestar las preguntas. Lo interesante del proyecto de nombre “Talk to Books” es que este funciona a través de tecnología de inteligencia artificial el cual se diferencia de un “buscador” normal y sus algoritmos en el que este aprende de cada interacción, la almacena, la analiza métricamente y en teoría va mejorando sus respuestas con el tiempo. Por el momento el sistema utiliza solo libros, es en idioma inglés, pero esto debe de expandirse globalmente de acuerdo a las necesidades regionales.
Este inevitable adelanto en la tecnología de inteligencia artificial me trae como bibliotecario a realizar una reflexión sobre nuestra profesión y la institución de la biblioteca. En cuanto a los bibliotecarios y bibliotecas el impacto de esta tecnología cuando sea desplazada en su totalidad en los próximos años es trascendental, inclusive alteraría el rumbo de la profesión. ¿Porqué la profesión? El mismo tiene la capacidad de llevar los servicios de búsqueda, recuperación y análisis de información a un nivel insospechado, el cual podría amenazar la posición/rol/ejecutoria/subsistencia del bibliotecario.
Primeramente, esta herramienta es el sueño de todo bibliotecario. Posee las siguientes características que humanamente el bibliotecario no puede realizar simultáneamente:
- Contesta al instante
- Utiliza miles (teóricamente millones) de fuentes
- Capacidad de almacenaje ilimitada (tanto de las preguntas, respuestas e interacciones)
- Aprende de ella misma y el proceso (es inteligente)
- Es en lenguaje natural (además ser expansible a múltiples idiomas).
- Puede crear una herramienta similar a “ SIRI”, ALEXA de las bibliotecas.
- Puede atender personas con ciertas discapacidades visuales, físicas, etc.
Las utilidades de sistemas inteligentes como este son de incalculable valor dentro de los servicios de las biblioteca, menciono algunos ejemplos:
- Un catálogo en línea real y que responde como una persona
- Los Servicios de referencia / consulta
- Procesos de Adquisiciones / Catalogación etc.
- Alfabetización en información
Pero esta herramienta trae a relucir el peor de los miedos de los bibliotecarios, su subsistencia:
- Somos necesarios?
- Nos puede suplantar un herramienta/software/Google?
- Será necesaria la biblioteca?
- En quién confiará el usuario?
A su vez, no todo el color de rosa, “Talk to Google” trae consigo una serie de interrogantes y preocupaciones a considerar que señalo a continuación:
- El asunto de la privacidad / Intimidad de la persona
- La deshumanización del proceso
- La manipulación del sistema de inteligencia artificial
- No toda la información está en formato digital
- Los costos asociados
- Los procesos de aprendizaje, análisis, pensamiento crítico, la cooperación, y otros elementos cognitivos y emocionales del ser humano
Los cuestionamientos anteriormente presentados (y otros) son válidos y estos, tal vez no tienen un respuesta simple, pero el cambio llegará y aunque no quiero ser pesimista, pero tecnologías como las de “Talk to Google” suplantará rápidamente muchas de las tareas del bibliotecario, pero no significa su fin. Es esencialmente, el comienzo de la transformación profesional del bibliotecario y la biblioteca a la inteligencia artificial, la que debemos de lograr la mezcla perfecta entre: la información; el conocimiento; el aprendizaje; la tecnología y la necesidad personal/global de los “usuarios”.